jueves, enero 13, 2005

 

[Pensamientos absurdos 19]

Pues bien, de regreso a la misma ciudad y con la misma gente como diría la canción.
Así que después de nadar un rato (léase nadar como el verbo indicativo de no estar haciendo nada), he decido regresar a este buen habito de postear para que nadie lea.

Y pues resulta que el 2004 se nos fue y en sus patadas de ahogado ahogó a mucha gente por tierras asiáticas. Y aún considerando que la tragedia es gravísima, la verdad me parece que todo el espectáculo mediático del asunto no tienen nada de considerado ni de humanista, solo es más raiting gracias a los últimos videos inéditos del grácil turista que grabó las inmensas olas de 30, 40 u 80 metros que arremetieron contra todo aquello que encontraron.

En fin, el tsunami también logro llevarse las discusiones del presupuesto, las debacles partidistas y las noticias de Renecito Bejarano tras las rejas. Seguramente habrá gente muy agradecida con el tsunami.

Y solo pa'que no digan que soy un descorazonado, en la barra de navegación hay un link a la Unicef para aquellos de buena voluntad que quieran donar a los niños que han quedado sin hogar.

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